El trébol de cuatro hojas.

             Si encuentras un trébol de cuatro hojas dicen que tienes la suerte de tu lado. Según la tradición, cada hoja del trébol tiene un significado. La primera representa la esperanza; la segunda hoja, la fe; la tercera el amor y la cuarta, la suerte. ¡Pero es tan difícil tropezar con esa maravilla que cambia tu destino en la ciudad! Que... bueno, nadie puede discutir que hallar tréboles en tu propia casa, es quizás la mejor manera de asegurar tu buena ventura. Así que sin más y con toda la casualidad que este acto puede acompañar,  decidí dejar caer sobre un precioso tiesto de colores lleno de tierra fértil semillas de tréboles de cuatro hojas. Ahora, en mi terraza rebosan tréboles por doquier, sólo tengo que salir y encontrarlos por azar, y el día inicia con toda su fortuna. La suerte iba a estar siempre de mi lado...
           Eran ya las diez y aún no habían tocado a mi puerta, por lo que decidí salir a fumar un cigarrillo cercana a mis tréboles.
Lo que imaginaba ... segundos después la Suerte actuaba, sonaba el timbre y aparecían mis tres amigas Cris, Laura y Su maquilladísimas y engalanadas para la ocasión.
            Dos horas después y envueltas las cuatro por el máximo índice de felicidad valorado en más de cuatro cervezas y alguna copa de más, bailábamos sin parar en nuestra discoteca preferida. Otra hora más tarde el juego "cada oveja con su pareja" iniciaba . En la pista central Cris bailaba  con un morenazo de camisa verde; en la barra lateral Laura conversaba con una atractiva rubia y un muchacho de ojos claros; en la entrada, Su fumaba un cigarrillo con un viejo conocido y en el escondido sofá rojo Yo entretenía a un hindú medio perdido.
                 Así que con la suerte del trébol de nuestro lado, tras el cierre de la discoteca nos fuimos todas las ovejas con sus parejas a un nuevo antro. Había que alargar nuestra buena fortuna cuanto pudiésemos..., y la Suerte siguió su obra con cada una de las cuatro, aunque su efecto, como las señales se puede interpretar de mil maneras.
            7:00-  Laura.  La hoja de la ESPERANZA
            Laura no llegó a entrar al antro. Apoyada sobre una columna, besaba traviesamente a la chica que había conocido esa noche. Claramente, y desde su heterosexualidad investigaba nuevas fuentes de placer, la ruptura esa mañana de su más estable relación le daban razones de sobra para hacerlo. Tantas, que desapareció junto a ella hasta su casa. Allí con música clásica de fondo, aún sin saber porqué, leyeron párrafos del último libro que ella estaba leyendo, y se desnudaron compartiendo una pasión entre aguas, jabón y velas encendidas. Se durmió enamorada pero el timbre insistente de la puerta la despertó del ensueño, su amada ya no estaba. El portero de la finca llamaba de manera frenética, ella se asustó y bajó sus desnudos pies de la cama encontrando un mar en su suelo. La bañera que acogió su ritmo de pasión estaba desbordada hacía horas, el grifo nunca se cerró y aún pompas de jabón navegaban por el pasillo y la sala. El agua había traspasado el rellano. Asustados todos sus vecinos habían alertado al portero, fontanero, cerrajero y demás. Todos testigos ante la pobre Laura tapada con la sutil sábana, desnuda, sorteando las velas y otros objetos que flotaban a su alrededor, investigaban la razón de su olvido.
            Horas después tras recoger el agua del rellano, de la sala, de la habitación, del baño..., encontraba una nota bañada ya ilegible con el teléfono estaba segura de su nuevo amor. La recogió con suavidad, y la tendió junto a las mantas y las zapatillas mojadas con la Esperanza de que reapareciesen sus palabras y su número de teléfono.
 La suerte del trébol estaba clara: no había culminado ahogada.
         
   7:15- Cris. La hoja de la FE
            Cris se enamoró exactamente del chico con el culo fantástico y camisa verde cinco segundos después de tocárselo. Lo convenció fácilmente para ir al antro, y allí se besaron una y otra vez. Él trabajaba en una multinacional, uno de los nuevos aventureros con mochila de Chanel: una temporada lo destinaban a la oficina de Marruecos, otra a la de París...Cuantas más oficinas él le nombraba, ella aún más se enamoraba. Así que sintiendo firmemente que había encontrado a su pareja, se marchó precipitadamente junto a él con un destino: afianzar su amor entre las sábanas.  Y así fue, arduas horas de pasión que culminaron en promesas de eternidad.
            A las nueve y media él tenía su vuelo  destino Casablanca, así que en el portal de la casa prestada por un amigo se despidieron prometiéndose hablar enseguida. Todo iba sobre ruedas, a las diez de la mañana, con un sol aterrador, Cris caminaba por la calle principal del centro con la misma ropa y sin dormir, pero canturreando, contenta, el trébol de la suerte había  hecho bien su trabajo. Fue sólo cuando cogió el taxi que se dio cuenta que todo empezaba a desmoronarse; no llevaba su bolso y no recordaba nada de él desde el antro. En su interior el móvil de su amor con su número de teléfono, su tarjeta de la multinacional con su email, el poco dinero que le quedaba y las llaves de su apartamento. Caminó y caminó llorando bajo el sol abrasador hasta las doce que llegaba a casa de una vieja amiga, con un viejo timbre que no funcionaba. La resaca no la dejaba pensar, sin dinero, sin que funcionase el timbre tenía pocas opciones, ella vivía muy lejos de allí. Pero como dicen los buenos católicos la FE nunca ha de perderse, y cuando ya el mediodía entraba en la tarde su amiga la encontró de vuelta a casa sentada en el portal, sin dormir, con resaca y sin gafas de sol, y lo más importante sin nada físico para el contacto con su amor y el inicio de su nueva vida aventurera y de pasión. 
La suerte del trébol estaba clara: su acogedora amiga y una buena cama dónde iba a descansar.
          
  7:20- Su. La hoja del AMOR
            Lo de Su, no fue amor a primera vista ni de coña, era un quién la sigue la consigue. Sábado tras sábado había intentado conocer al misterioso chico de todos los sábados. Y sólo ese Sábado le había echo caso, otra que lo tenía claro.¡ Bendito trébol de la suerte! Hablaron mucho tiempo dejando de sentir la música del lugar, ella le contaba y él la escuchaba. Mil momentos que desembocaban en besos que nunca sucedían, pero no importaba. Ya había amanecido cuando salieron del antro y caminaron, caminaron hablando hasta llegar al portal de Su. Borrachos los dos, bromeaban como niños. Que si él se coloca la diadema de ella, que si canto canciones folclóricas en tu oído, que si abrazado al árbol giró sin parar mirándote fijamente...Eternos momentos que llenaban las horas en ese portal. A las 10:00, tenían casi a la fuerza que finalizar el encuentro, el cansancio los superaba y el juego podía continuar tres pisos más arriba. Él como quiera prefirió mear en el árbol en el que había dado tantas vueltas antes de subir. Con su miembro preparado para la acción ilegal y denunciable, la diadema de ella colocada sobre su cabeza, la camisa desabrochada y bañada todavía por restos de ron, cantando la honorable canción valenciana "La manta al coll i el cabasset, mon anirem al Postiguet,arreando xim pam pum...", se dispuso a apuntar al tronco del árbol y regarlo tan alto pudiese. Ella reía sin parar, ¡que loco!
            Pero, en breves instantes toda la magia desaparecería. Girando la esquina, con dos barras de pan bajo su brazo y una cara despejada de haber dormido doce horas, el padre de ella se encontraba con la actuación de un domingo matutino. Raudamente, el instinto paternal apareció con virulencia, percibió un desamparo en su hija pequeña de 35 años, un loco borracho la molestaba. Así que mientras gritaba un cúmulo de barbaridades con el fin de asustar al personaje de la diadema : sin vergüenza, voy a llamar a la policía..., le arrestaba severos barretazos de pan: en la cabeza, en las costillas...etc. Su, inmovilizada, no pudo defenderlo, el muchacho salió corriendo..., y ella balbuceando intentaba explicar a su héroe paterno que en realidad era un amigo, pero no pudo, el padre orgulloso de la salvación abrazó a su hija y le dijo: "Ves, Su, Papá siempre estará aquí para ayudarte, hay que tener cuidado cariño, pues aunque tú madrugues para pasear hay gente que deambula todavía borracha" , y la abrazó con todo su AMOR, pobre pequeña Su. Así que ella tuvo que conformarse con subir a casa y asumir la entrega de Amor equivocada que de buena mañana ya había recibido. Él , seguro, ya nunca la querría..., ni ver.
            La suerte del trébol estaba clara: la demostración total de un amor incondicional y para siempre.
            
7:30- Yo y la ultima hoja, la de la SUERTE
                        Ya sola en el antro, apoyada en la barra, me besaba con el ligue regalado por la Suerte, el madurito hindú de atractivo irresistible. Uf, estaba como un tren, aunque no entendía nada de lo que me decía, me hablaba en un inglés tan perfecto que era imposible seguirlo. Pero poco importaba, él me hablaba y hablaba, y yo le besaba. Estaba ya imaginando cómo aprendería Inglés en Bombay cuando al mirar su reloj, su rostro cambió de repente. Siguió hablando pero no dejó que le besara. ¿Qué me estaría diciendo? ¿Qué se había enamorado demasiado rápido de mi y estaba asustado? ¿Qué estaba a punto de empezar a trabajar pero el maravilloso tiempo pasado conmigo lo había entretenido demasiado?
                        Yo seguía sin entenderle, así que pidió una hoja y un bolígrafo y me escribió, aunque claro fue en Inglés, y yo seguí sin comprender. Se levantó, me besó despacio y se marchó, y ahí me quedé yo en la barra con la notita escrita al lado de mi gin. La guardé en mi bolso, y volví a casa...¿Seria un fugitivo que durante el día tenía que esconderse? ¿Me habría citado en algún lugar?
                       Cuando llegué encendí mi ordenador y copié literalmente lo que me había escrito en el bendito Google Traductor, opción Inglés- Español:
Oh my dear, I'm sorry. Land in half an hour my wife and my children in Valencia, if you see me please these days do not greet me, and I will find you. You're a heaven, I love you, always yours Nawal.
                        Y...justo cuando va a traducir, se queda colgado...
            La suerte del trébol estaba clara: Al menos ese día dormiría en un engañoso sueño de amor, mañana, con SUERTE,  traduciría las verdaderas palabras...
Oh cariño mio, lo siento. En media hora aterrizan mi mujer y mis hijos en Valencia, si me ves por favor estos días no me saludes, ya te encontraré yo. Eres un cielo, ya te quiero, siempre tuyo Nawal.

            

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