BON ANNIVERSAIRE

Mis vecinos de viaje no musitaron palabra. Inertes, ni siquiera parpadearon con el vaivén del regional dirección Montpellier. Durante siete horas dudé si estaban vivos o muertos. Pero cuando descendieron, lo supe. Él la abrazó fuerte y conmovido, como setenta años atrás, cuando lograron ser libres y escapar. Después, románticamente, se evaporaron.

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