La necesaria necedad del ser

La necedad desvirtúa la realidad. Eso es un hecho. Que la realidad los necios no puedan apreciarla sería un punto de discusión.
¿Qué yo discuta con un necio, me pregunta? No creo que ese hecho llegue a ser real. No hay mayor virtud que no hacer caso a un necio.
¿Qué si creo que existen los necios de verdad? Evidentemente, señor. Difiero de la conspiración de la falsa necedad. Hay necios muy necios, y necios reconvertidos. Necios que se ocultan y otros que presumen por serlo.

¿Qué si debemos cambiarlos? Evidentemente, no señor. ¿Dónde estaríamos entonces los inteligentes?

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